viernes, 11 de julio de 2014

Nuevo período en la Mesa Ejecutiva de AGD-UBA

El 1 de julio pasado asumieron sus cargos los representantes gremiales elegidos en las últimas elecciones, las más masivas de la historia de nuestro gremio. Docentes por el cambio, que por segunda elección consecutiva obtuvo más de un tercio de los votos de los afiliados, ocupará tres secretarías y una vocalía de la mesa ejecutiva durante los próximos tres años.

La consolidación de nuestra lista como un espacio alternativo a la actual conducción de la Mesa Ejecutiva del gremio a nivel UBA ratifica el apoyo de un sector importante de la docencia universitaria a los principios y a la metodología con la que nos venimos desempeñando.

A lo largo de los últimos dos años, impulsamos un gremio participativo y democrático. Nos comprometimos con la construcción de una nueva forma de trabajo que permitiera abrir el gremio y revertir su tendencia creciente a cerrarse sobre la línea política de la actual conducción. Asumimos los problemas estructurales de los/as docentes de la UBA desde una mirada que permitió expresar la diversidad y la complejidad de puntos de vista presentes entre nosotros. Fue en función de ello que nos esforzamos por difundir y dar publicidad a toda la información a nuestro alcance y que promovimos la apertura de espacios de debate sobre los temas centrales.

Durante los próximos tres años, buscaremos multiplicar esta línea de trabajo desde nuestra representación en la Mesa Ejecutiva. Nuestro participación allí estará orientada, como siempre, a impulsar el trabajo colectivo, abierto y plural con todos los/as docentes que quieran impulsar y producir políticas e iniciativas para un gremio independiente y combativo.

Como lo adelantamos en nuestra Plataforma, trabajaremos para que las distintas secretarías de la Mesa Ejecutiva puedan desarrollar sus propias iniciativas y hacer el seguimiento de los temas de su incumbencia. Para ello, es fundamental que cada una de ellas genere espacios de discusión participativos y periódicos que permitan encauzar la diversidad de intereses y motivaciones.

Consideramos que desde la Secretaría Gremial debemos recabar información que nos permita contar con una aproximación lo más adecuada posible de las diversas situaciones de la docencia de la UBA (no sólo en cuanto a lo salarial, sino también en cuanto a la multiplicidad de aspectos que condicionan nuestro trabajo). Debemos generar instrumentos que nos permitan afrontar una campaña de regularización salarial de todos/as los/as docentes para terminar con el trabajo gratuito y con todas las otras formas de precariedad. Debemos instalar entre los/as docentes la necesidad de actuar en pos del reconocimiento de nuestros derechos, continuamente desconocidos por las autoridades de la UBA (tal como sucedió con Ley Jubilatoria y como está comenzando a suceder con los derechos estipulados en el Convenio Colectivo de Trabajo).

En el mismo sentido, creemos que desde la Secretaría de Acción y Previsión Social debemos propugnar una mejora de las prestaciones de cobertura social. Es vital que revirtamos el proceso de deterioro de DOSUBA que se manifiesta en el aumento sistemático de las trabas burocráticas y en la multiplicación de copagos y de sumas fijas (cuyo paroxismo es el descuento compulsivo en nuestro último recibo de una suma nada despreciable, justo durante el proceso de discusión paritaria). Para ello, es necesario que la docencia tome conocimiento y control de lo que ocurre en nuestra Obra Social.

Entendemos que desde la Secretaría de Asuntos Académicos e Investigación debemos impulsar medidas que nos permitan defender un modelo de universidad en el que la investigación sea un pilar tan importante como la docencia –con la que se debe encontrar articulada- y en el que el acceso a ambas sea un derecho consagrado para todos/as los/as trabajadores/as. Esto supone impugnar el modelo científico y tecnológico que pretende convertir a las universidades en meros enseñaderos (política permanente de las últimas décadas que se expresa en la multiplicación de cargos con dedicaciones simples y ad honorem en detrimento de las semi-exclusivas o exclusivas). Para ello, debemos fortalecer la articulación con los otros trabajadores/as de la ciencia y la tecnología, pero sin perder de vista la especificidad que nos delimita.

Todo lo anterior sólo será posible en el marco de un gremio que oriente todos sus instrumentos a la promoción de un genuino proceso de democratización de la universidad y que continúe luchando por un aumento presupuestario.

Asumimos nuestras responsabilidades gremiales con un fuerte compromiso por defender más que nunca la organización sindical, la independencia política de todas las gestiones de la UBA, del gobierno nacional y de cualquier identificación partidaria, en pos de la construcción de un gremio participativo, democrático y plural que continúe fortaleciendo la pluralidad de nuestra federación, la CONADU-Histórica, que es la única que pelea continuamente por los derechos de los/as trabajadores/as docentes.


Nos sentimos orgullosos de formar parte de este momento político de nuestro sindicato, que demuestra que la discusión política y gremial hacia adentro del mismo no sólo no lo debilita, sino que lo fortalece y lo re-legitima frente a los sindicatos afines al rectorado de la universidad.

Esta fortaleza es la garantía para luchar, hoy más que nunca, en defensa de nuestros derechos como trabajadores/as docentes y avanzar sobre lo que aún nos falta. No cesaremos en el esfuerzo por alcanzar esos objetivos, pero sabemos que no podremos conquistarlos sin la participación y el protagonismo del conjunto de la docencia. Por eso, una vez más, invitamos a todos/as los/as docentes a participar activamente y organizarse para encarar juntos/as las múltiples luchas que nos quedan por delante.

Docentes por el Cambio, Julio de 2014