lunes, 25 de agosto de 2014

LA SITUACIÓN DE LOS BECARIOS UBA EN EL MARCO DE UN SISTEMA DE INVESTIGACIÓN EN CRISIS

La investigación en las universidades nacionales argentinas atraviesa una coyuntura compleja como consecuencia de la estrategia del gobierno nacional de profundizar la escisión entre el complejo científico-tecnológico (bajo la órbita del MINCyT) y el ámbito de la enseñanza superior (a cargo del Ministerio de Educación). Esta estrategia otorga al poder ejecutivo la posibilidad de un control más directo sobre el contenido de las investigaciones, al sortear la autonomía y el cogobierno universitarios, y, por ende quitando del escenario de la disputa sobre ciencia y técnica a las representaciones gremiales docentes y estudiantiles, mucho más fuertes y consolidadas que la de los científicos. Así, se crea un ámbito más propicio para la penetración de los intereses privados en la investigación científica pública a través de la financiación y promoción de la ciencia y de la apropiación privada de los resultados de los avances científicos.

Es en este contexto disminuyen los montos de los subsidios UBACyT y la proporción de dedicaciones exclusivas sobre la totalidad de cargos docentes, lo cual consolida la desarticulación de las condiciones necesarias para el desarrollo de la investigación universitaria autónoma. Asimismo, los “estipendios” de los becarios de investigación de la UBA en los últimos años han sido actualizados sistemáticamente por debajo de la inflación (el 25% anunciado hace pocos días es menor al alcanzado por cualquier gremio en 2014), y se les han negado asignaciones familiares, aportes jubilatorios, aguinaldo y otros derechos laborales.

Los regímenes de dedicación exclusiva de estas becas agravan severamente las condiciones de trabajo. En el caso de los becarios de grado (“estímulo”), si bien se explicita que deben dedicarle a la investigación 10 horas de trabajo semanales por un monto de $2000, no se les permite llevar adelante otros trabajos. En otras palabras, la UBA promueve que los estudiantes becados deban recurrir a fuentes de trabajo no registrado para subsistir, o bien ser sostenidos económicamente por sus familias. En el caso de los becarios de posgrado (de maestría y doctorado), además de sus tareas de investigación deben cumplir con el requisito obligatorio de desempeñarse como docentes en la Universidad. No obstante, en gran parte de los casos se trata de cargos ad honorem, mientras que en facultades como Filosofía y Letras, bajo la figura de “asignación de funciones” no sólo ejercen la docencia de forma gratuita sino que ni siquiera reciben un nombramiento, por lo cual no contarán con antigüedad ante una eventual renta en el futuro.

A su vez, es importante destacar que los aumentos anuales de los estipendios de todos los becarios no están atados a las subas salariales de los docentes, sino más bien a las discrecionalidades del Rectorado. Recordemos que en el pasado reciente las becas no sólo eran equivalentes al salario de un Jefe de Trabajos Prácticos con dedicación exclusiva sino que garantizaban el derecho a concursar por dicho cargo una vez finalizada la beca, fortaleciéndose así la articulación entre la investigación y la docencia.

Finalmente, vale la pena aclarar que si bien muchas de las carencias de los becarios de la UBA son características de los de otras instituciones, en algunos casos sí se ha avanzado en puntos como licencias por maternidad y obra social (como en el CONICET). Asimismo, es común ver en un mismo instituto o laboratorio a dos becarios (uno de la UBA y otro del CONICET) realizar las mismas tareas con distintos ingresos (siendo ambos insuficientes). De este modo, el becario UBA atraviesa una situación agravada respecto del resto de los becarios del sistema de Ciencia y Técnica.

Desde Docentes por el Cambio defendemos un modelo de universidad en el que la investigación sea un pilar tan importante como la docencia –con la que se debe encontrar articulada– y en el que el acceso a ambas sea un derecho consagrado para todos/as los/as trabajadores/as. Consideramos que constituiría un avance en este sentido la gratuidad de los posgrados de la Universidad de Buenos Aires para todos sus docentes. Impugnamos, por el contrario, el modelo científico y tecnológico que pretende convertir a las universidades en meros “enseñaderos” y/o en instrumentos para el desarrollo de productos orientados al beneficio privado.

Por los motivos enumerados, consideramos que, como gremio, no sólo debemos participar en todas las instancias de reclamo sobre las condiciones laborales de los becarios UBA sino también instalar entre los docentes el debate acerca de los proyectos de universidad en danza. Debemos fortalecer la articulación con los otros trabajadores de la ciencia y la tecnología, pero sin perder de vista la especificidad que nos delimita. Así, además de promover y apoyar sus luchas tal como lo venimos haciendo, debemos orientar nuestra política gremial a denunciar y frenar el desarrollo de instrumentos que desde la política científica apuntan a esconder el desfinanciamiento educativo y a incidir en el perfil de los docentes e investigadores de la Universidad.

Por lo tanto, convocamos a los becarios y a los docentes que hoy no pueden acceder a la formación doctoral ni a los subsidios para la investigación a discutir este escenario este lunes 25 de agosto a las 18:30 hs en la sala de profesores de la Facultad de Filosofía y Letras (Puan 480).